lunes, 31 de mayo de 2010

La oralidad digital y los códigos de legibilidad

DESDE LA ORALIDAD DIGITAL, UNA MIRADA DIACRÓNICA A LOS CÓDIGOS DE LEGIBILIDAD EN ESPAÑOL

Dra. Norma Carricaburo
CONICET
Academia Argentina de Letras


Hasta hace pocos años, antes de los mensajes de texto, del correo electrónico, del chateo, nos sentíamos cómodos y seguros en la utilización establecida de los códigos de legibilidad. Tal vez, algunas vacilaciones en algunos usos, desde luego, a las que no escapa ni la Ortografía de la Real Academia, pero en donde todo está bastante pautado: la ortografía de las palabras, el uso de la tilde, los signos de puntuación, los sistemas de citas, etc. Esa comodidad nos hacía pensar en una utilización natural y lógica de códigos que parecían venir desde siempre y que se extenderían para siempre.

Sin embargo, con la llegada de Internet hubo que adaptarse a otras reglas y hemos aprendido a leer los sustantivos propios con minúscula, al igual que cuando se inicia un párrafo o después de punto y seguido (cuando lo hay), y se sabe que cuando se escriben las palabras con mayúsculas se trata de gritos o de énfasis. La ortografía se ha vuelto lábil. Se ha recuperado la cantidad, propia de la voz, que se aplica a la multiplicación tanto de vocales como de consonantes. Los signos matemáticos se incorporan a la sintaxis e, incluso, a la palabra (adem+, bar2, etc.), y un signo de interrogación reemplaza a un pronombre interrogativo o a toda una oración, entre otras novedades. En los emoticonos, punto, punto y coma, dos puntos, guión, paréntesis y corchetes sirven para ofrecer sonrisas, y con ángulos, guiones y una arroba se puede regalar una rosa.
Para seguir leyendo el artículo completo, accedé a este link:

Modelo de trabajo práctico 2009

Accediendo a este link van a poder consultar un trabajo práctico sobre la Antiguedad clásica hecho por un grupo de alumnos de la carrera de Letras el año pasado. Me parece interesante que lo tengan como un referente o modelo de trabajo práctico. Vamos a aprovechar siempre que podamos la experiencia de compartir trabajos de años anteriores que, por distintos motivos, son valiosos.



domingo, 16 de mayo de 2010

Album: frescos del palacio de Knossos

Los invito a ver este álbum, una recorrida visual por los frescos del Palacio de Knossos, en Creta, uno de los más importantes centros políticos, culturales y religiosos de la civilización minóica, que antecede a la civilización micénica, aquella cuyo fin se sitúa con la destrucción de Troya VIIA, la que se identifica con la Ilión homérica.
Les recomiento, para profundizar en el arte "prehelenico" una visita al sitio de Arte España, en donde van a encontrar una detallada y sencilla explicación:

miércoles, 12 de mayo de 2010

En busca de Troya


Heinrich Schliemann pasó a la historia de la arqueología como el descubridor de Troya. No tuvo estudios y pasó su infancia y juventud trabajando en los oficios más diversos. Como agente de una casa de comercio, aprendió hasta ocho idiomas y acumuló una discreta fortuna.

Convencido desde niño de la veracidad histórica de los poemas de Homero, se retiró de los negocios con sólo 36 años para consagrarse a la búsqueda de las ruinas de Troya. En 1868, se trasladó a Grecia y Asia Menor para excavar.

Enfrentándose a las teorías establecidas sobre la ubicación de Troya, localizó la ciudad en Hisarlik (Imperio Otomano) y la desenterró en 1873-74 con la única ayuda de su esposa Sofía, una estudiante griega con la que se había casado a través de una agencia matrimonial (en realidad excavaron tan profundamente que desenterraron una ciudad de la Edad del Bronce anterior a la Troya homérica).

Tras sostener un pleito con el gobierno turco en torno a la propiedad de las joyas que había descubierto, realizó nuevas excavaciones en Micenas (1876-78) y Troya (1882-83 y 1888-90), ahora ya asistido por especialistas de prestigio. Durante esas excavaciones comenzaron a formarse los métodos de la arqueología de campo moderna; al mismo tiempo, los libros y artículos de Schliemann transmitieron al gran público la emoción que sentía por la arqueología, contribuyendo a popularizar esta rama del saber.

Stone Irving tiene una conocida biografía novelada sobre este singular personaje y su mujer, Sofía, que se llama En busca de Troya, publicada en castellano por Emecé.

En este link pueden ver un breve documental preparado por History Channel sobre Heinrich Schliemann: