lunes, 31 de mayo de 2010

La oralidad digital y los códigos de legibilidad

DESDE LA ORALIDAD DIGITAL, UNA MIRADA DIACRÓNICA A LOS CÓDIGOS DE LEGIBILIDAD EN ESPAÑOL

Dra. Norma Carricaburo
CONICET
Academia Argentina de Letras


Hasta hace pocos años, antes de los mensajes de texto, del correo electrónico, del chateo, nos sentíamos cómodos y seguros en la utilización establecida de los códigos de legibilidad. Tal vez, algunas vacilaciones en algunos usos, desde luego, a las que no escapa ni la Ortografía de la Real Academia, pero en donde todo está bastante pautado: la ortografía de las palabras, el uso de la tilde, los signos de puntuación, los sistemas de citas, etc. Esa comodidad nos hacía pensar en una utilización natural y lógica de códigos que parecían venir desde siempre y que se extenderían para siempre.

Sin embargo, con la llegada de Internet hubo que adaptarse a otras reglas y hemos aprendido a leer los sustantivos propios con minúscula, al igual que cuando se inicia un párrafo o después de punto y seguido (cuando lo hay), y se sabe que cuando se escriben las palabras con mayúsculas se trata de gritos o de énfasis. La ortografía se ha vuelto lábil. Se ha recuperado la cantidad, propia de la voz, que se aplica a la multiplicación tanto de vocales como de consonantes. Los signos matemáticos se incorporan a la sintaxis e, incluso, a la palabra (adem+, bar2, etc.), y un signo de interrogación reemplaza a un pronombre interrogativo o a toda una oración, entre otras novedades. En los emoticonos, punto, punto y coma, dos puntos, guión, paréntesis y corchetes sirven para ofrecer sonrisas, y con ángulos, guiones y una arroba se puede regalar una rosa.
Para seguir leyendo el artículo completo, accedé a este link:

No hay comentarios:

Publicar un comentario